“Como recordar los sueños. Por qué y para qué deberíamos hacerlo.“
por Mabel Iam
En nuestra sociedad, donde el mundo de los sueños no es registrado, muchas personas afirman: “No recuerdo mis sueños”. O bien: “Mis sueños son tan extraños; no entiendo cómo están conectados con mi vida”. O incluso: “Mis sueños son tan desagradables y me provocan tanta inquietud que prefiero olvidarlos”.
Sin embargo, podemos aprender a recordar nuestros sueños, interpretarlos y aplicar sus intuiciones en nuestra vida diaria.
Pero, ¿por qué deberíamos hacerlo? ¿Por qué emplear entre diez y treinta minutos por día –que es el tiempo para trabajar con los sueños y con nuestro mundo interno– como única forma de protección ante la violencia y neurosis social? ¿Cómo sabemos, si experimentamos una intuición y un cambio profundos como resultado de nuestros sueños, que esa transformación es posible? ¿Cuál es el valor real de trabajar con los sueños?
Sólo los sueños pueden darnos las respuestas.
Cuando aprendemos a recordarlos y a prestarles atención consciente, empezamos a crear un puente que permite a nuestra energía fluir cada vez más en estado de vigilia.
Los sueños revelan nuestra dinámica real, lo que ocurre debajo de la superficie de nuestra conciencia. Nos responden las siguientes preguntas:
¿Cómo experimentamos el mundo y a los demás?
¿Cuáles son las suposiciones y los mitos que nos influyen?
¿Cuáles son los cassettes que se repiten, y pasan una y otra vez? ¿Cuáles son los conflictos psíquicos reales en las luchas del mundo exterior?
¿Cómo intentamos resolver los problemas de origen desconocido?
¿Cuando y cómo se están resolviendo?
¿Qué temores existen en la expresión de los impulsos que muestran nuestros sueños?
¿Cuáles son verdaderos deseos y cuáles son necesidades condicionadas por el exterior?
¿Cómo nos compensamos cuando no son satisfechos estos deseos y necesidades?
Lo que aprendemos con nuestra mente queda, a menudo, dentro de ella.
Lo que los demás nos dicen sobre nosotros puede afectarnos, pero no suele penetrar con bastante profundidad como para concretar un cambio real. Por eso es importante recordar el sueño y lograr descifrarlo.
Cuando empezamos a ejercitar este sistema en forma cotidiana a veces descubrimos que mientras soñamos estamos descifrando también el sueño y nos llega la información y la clave en el mismo instante en que lo soñamos.
El mero acto de recordar, experimentar y ahondar conscientemente en los sueños nos conecta con nuestro ego real, y despierta niveles de creatividad y vitalidad anteriormente olvidados que forman parte de todo el material potencial antes mencionado.
Tecnica para recordar los sueños
Antes de dormir, vamos a repetirnos a nosotros mismos:
Voy a recordar mi sueño esta noche, lo voy a comprender, lo voy anotar y me va ayudar a resolver .. este problema o esta duda.
Repite esto varias veces antes de quedarte dormido.
Es seguro que te vas a levantar sintiendo el sueno vivido y vas comprender el mensaje de tu inconsciente.
Debes anotarlo enseguida en un cuaderno de sueños que tienes que tener preparado al lado de tu cama.
Si realizas este diario de sueños vas a ver una evolución muy grande en tu relación contigo mismo y con los demás.
Los sueños y el erotismo
Cuando la luz se apaga, entre sábanas, la mente se abandona y comienza una nueva vida, se liberan los deseos y temores más profundos, que no somos incapaces de reconocer cuándo estamos despiertos.
¿Cuáles son los verdaderos deseos y las reales necesidades de una persona? ¿Cómo compensan sus vidas cuando no están satisfechos con sus objetivos y carencias? .Los sueños son los que podrán contestar todas estas preguntas.
Es importante tener en cuenta el manejo del inconsciente para llegar hacer consciente a través del acto de soñar con el propósito de conocernos profundamente y llegar a una real y poderosa conexión espiritual con la pareja.
Soñar es una actividad creativa que surge de lo más profundo del ser humano. ¿Cómo explicar aquellas escenas tan bien hilvanadas, que surgen de los más ocultos y desconocidos niveles de la conciencia? Estas imágenes forman los cuadros psicológicos mediante los cuales el alma expresa sus íntimos deseos, sus secretas esperanzas, ocultos temores, insatisfechas ansias de afecto, de seguridad o de consuelo. Se podría decir que un ser humano se libera en la actividad del sueño.
El alma humana vive en el sueño lo que le es imposible o muy difícil realizar durante el período de vigilia. Durante el sueño los pensamientos y los deseos se hacen objetivos y, en tanto dura el sueño, las escenas fabricadas por el alma son hechos reales, a veces mucho más reales que los vividos en el nivel físico durante el período de vigilia.
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